PROLOGO

 PROLOGO

Soy un Prejubilado de la Banca, todos cometemos errores, nacido en el año 1962 en Málaga.

Siempre me ha gustado montar en bicicleta, y eso, que aprendí a montar en bicicleta con más de 20 años, es más, aprendí a montar en moto muchisimo antes y, de hecho, tuve primero ciclomotor, posteriormente una vespa, para definitivamente comprarme una bicicleta.

Primero era una bicicleta de paseo con marchas, todo un adelanto en los años 80, con dinamo, guardabarros y portamantas, aún no se pensaba siquiera en una BTT. Posteriormente, el hijo de mi jefe, un chaval con pudientes, me vendió por un precio casi simbólico una Peugeot de carretera, de Carbolite, con sus rastrales, sus dos platos y su conjunto de piñones, una pasada!!!!.

Con ella ya comenzamos, en mi Málaga natal, a recorrer carreteras, todos los fines de semana y festivos, mis dos primos y yo. Ellos, sobretodo el mayor de los dos, fueron el iniciador de la afición, me acompañaban en nuestras salidas matutinas.

La afición del ciclismo ya me venia de casta, como a los galgos, porque mi padre era un magnifico aficionado al ciclismo, y contaba que su padre le prohibía participar en carreras populares, ya que tenía, según decía, grandes aptitudes y mi abuelo temía que mi padre pudiera dedicarle más tiempo de la cuenta a la bicicleta, en vez de al aprendizaje de su futuro oficio, relojero. Contaba mi padre, que la única vez que su padre le pegó, que tiempos aquellos, eh??, fue porque, a escondidas de él, mi padre se apunto a una carrera y volvio a la casa con el trofeo de haberla ganado. ese trofeo, siempre presidió su taller de relojería, más como homenaje a mi abuelo, que por el orgullo de haber ganado esa carrera.

La bicicleta también tuvo consecuencias inimaginables, consecuencias familiares. Mi padre contaba, que su bicicleta, una bicicleta de "panadero", que él junto a su amigo Sanchez Pastor, que su padre tenía un taller de bicicletas en Málaga, habian tuneado, tenía un diablillo rojo sobre el manillar y que le habian acoplado un portalamparas, de tal forma que cuando le conectaban la dinamo, cuanto más pedaleaba, más se iluminaba el diablillo, por lo que, en aquella Málaga pueblerina de la postguerra, se hizo muy famosa.

Contaba entre otras anécdotas, que en una calle de Málaga, calle Granada, circulaba el tranvia que hacia la linea circular, y el tramo que vá de la Plaza de la Merced, a la plaza del Siglo, es cuesta abajo, y no tenia mejor ocurrencia que meter las ruedas en el carril del tranvía y bajar, a tumba abierta, nunca mejor dicho, en cuanto oia que subia el tranvía, obviamente, con el diablillo rojo iluminado por la velocidad, hasta llegar a casi chocar con el tranvía, con el lógico pánico del conductor del tranvia que viendo a ese bólido bajar en dirección a él, hacia sonar el timbre del tranvia y frenar, y ver, justo cuando estaba para estamparse mi padre contra el tranvia, como de un brinco, sacaba las ruedas del carril del tranvia y pasar zumbando junto al tranvia, con el lógico enfado y risas, a partes iguales, de los pasajeros del tranvía. 

Tal fama cogió que cuando en casa de mi madre, se enteraron que estaba siendo, mi madre, cortejada por el muchacho del diablo rojo, casi le prohiben salir con él.

Otro ejemplo de la capacidad de pedaleo de mi padre era cuando iba a Linea de la Concepción, con mi tío pequeño sentado en el portaminas, a por estraperlo, en el mismo día, ida y vuelta. ¿Por qué llevaba a mi tío? pués para que pudiera traer agarrado el paquete de café, el tabaco y cualquier otra cosa que pudieran conseguir en la frontera con Gibraltar. Salía a las claras del día y volvian de noche, obviamente, esquivando a la Guardia Civil.

Con estos antecedentes, obviamente, mi pasión por la bicicleta fue de casi inicio. 

Todo fue bien hasta que una mañana de domingo, yendo para Cartama, al atravesar la barriada de Campanillas, en el extrarradio de Málaga, un coche me sacó de la calzada, con tan mala suerte, que la rueda delantera se metió en una rodera de la cuneta y dí la voltereta, en los años 80 no existian cascos de bicicleta, pero como tengo la cabeza dura, solo tuve una herida en la rodilla y continué camino, la bici no se enteró del golpe, hasta la siguiente gasolinera, donde paramos a limpiarme la herida y ver, cuando bajo el chorro de agua de la manguera, y una vez limpia la herida, que se veía el hueso. Eso fue el fin de mi etapa ciclista. Desde entonces, no existian carriles bicis, tome miedo a salir a carretera, aún lo mantengo, y aparque la bicicleta de forma temporal.

La bicicleta la recuperé cuando conocí a mi actual esposa, te adoro, amor mío!!!, que entre otros gustos comunes, le encanta montar en bici. Esto hizo que me comprara una, y a partir de entonces, siempre que podemos salimos a montar en bici. En Málaga, gracias a los multiples carriles bicis o amplias aceras, nos ha permitido practicar casi todo el tiempo que hemos querido, el ciclismo de paseo, gracias, tambien, al clima tan benevolo de Málaga.

Siempre hemos tenido las ganas de hacer el Camino de Santiago, ella es de León, ciudad muy vinculada al Camino Francés, pero por problemas de mi trabajo no hemos tenido la posibilidad de hacerlo como nosotros queremos, hacer sin prisa, ni calendario a cumplir a rajatabla. Nosotros queremos disfrutar el Camino sin la tensión de hacerlo a una fecha fija. Queremos hacerlo disfrutando de los paisajes, de los pueblos, de los monumentos, de las gentes, etc., que seguro nos brindará el Camino desde Roncesvalles, lugar del que queremos partir, hasta no Santiago, sino hasta Finisterre. Obviamente, queremos hacerlo en bicicleta, nos parece más funcional, para poder desviarnos del itinerario principal a lugares o localidades aledañas al Camino pero por las que no discurre el Camino Francés.

Ahora que me he prejubilado, y nos hemos trasladado a vivir a León, nos hemos puesto manos a la obra de hacer el Camino. 

Y quiero que este blog, se convierta en nuestro Diario de "navegación" y como todo viaje, tiene su preparación, su desarrollo, y sus conclusiones, comentar y hacer participes de él a todos los que quieran "viajar" con nosotros.

En la proxima entrega hablaré de, junto a nosotros, la principal protagonista de esta aventura: La Bicicleta.

Comentarios

  1. Si yo pudiera hacía ese camino con ustedes,pero ya sabes que estoy limitado y lo de la bici me encantaría, yo iva a trabajar con una que me fabriqué, era una chopped sin frenos ni luces,a frenar metiéndole el pie a la goma hasta que te quedabas sin tenis o zapatos jajaja
    Un fuerte abrazo amigo
    Y a cumplir los sueños

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  2. Grandes historias del abuelo y disfruta del camino tito , se que lo vas a disfrutar porque eres muy disfrutón , te quiero 😘😘

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  3. Grandes historias del abuelo y disfruta del camino tito , se que lo vas a disfrutar porque eres muy disfrutón , te quiero 😘😘

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  4. Buenas noches amigo, me ha alegrado mucho leerte.
    El camino es maravilloso, yo hice parte del camino con mi padre hace años y lo pasamos genial.
    Un abrazo y a disfrutar que os lo merecéis.

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    1. Gracias, amigo, esperamos disfrutarlo tanto o más que tú. Un abrazo enorme

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  5. Hola Antonio, me alegro saber de ti y de lo que vas a hacer. La historia que cuentas de tu padre, tu y la bicicleta me recuerda a mi hermano gran aficionado al ciclismo y como consecuencia la gran preocupación de mis padres cuando salía a realizar rutas por los pueblos y la costa.Seguro que lo vas a pasar de maravilla y las experiencias serán preciosas. Cuéntanos todos los episodios para cuando podamos ir los demás. Un abrazo grande para ti y tu mujer. "Zorte on" (mucha suerte).

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    1. Muchísimas gracias, espero poder ser lo suficientemente gráfico para que nuestra aventura pueda ser compartida y la disfrutéis todos como, seguro, haremos nosotros.
      Seguro que la experiencia será maravillosa y enriquecedora. Espero seguir contando contigo.
      Un abrazo enorme.

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  6. Muchas felicidades en la aventura me alegro muchísimo por vosotros es una experiencia única que no se olvida nunca, nosotros gracias a Dios la hemos hecho en bici y andando pero las rutas mínimas para la compostelana, eran mejores tiempos me gustaría volver a intentarlo pero lo veo difícil. Un abrazo

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    1. Llevamos mucho tiempo planteando esta aventura, y desde el principio nos la planteamos desde su inicio. Queríamos hacerla completa porque pensamos que así entenderemos mucho mejor todo lo que significa el Camino.
      Gracias por seguirme.
      Un abrazo grande.

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  7. Gracias hermano, por compartir esta historia tan bonita y que tantos recuerdos me trae al recordarlas de boca de papá. Grande como tu sabes, orgullosa de ti como siempre, gracias por regalarnos este pedacito de tu vida que tan feliz recibimos los que te queremos. te quiero Chico.

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    1. Amada mía: Sin duda, el solo hecho de recordar las "batallitas" de papá ya daría para un libro entero como la Espasa Calpe. Pero las historias de él y su bici, siempre, me parecieron maravillosas y te transportaban a sus años mozos. Yo no estoy a su nivel pero espero, ya que no nos podréis acompañar, poder narrar nuestra aventura de tal forma que te permita visualizar lo que vivamos. Te quiero, mi Niña.

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  8. Queridísimo Antonio, un placer poder leer esas vivencias y anècdotas tan emotivas.
    Cuidaros mucho por tierras leonesas y disfrutad del tan ansiado camino de Santiago.
    Seguirè pendiente a tu blog.
    Besos para toda tu familia.

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    1. Muchísimas gracias por molestarte en leerlas, La emoción te anuda la garganta y te empaña la vista, algunas veces, sobre todo cuando me vienen a la memoria recuerdos y anécdotas de mi Padre, con las que tendría para escribir un libro. Esperamos disfrutar los antes, durante y después del ansiado Camino. Besos, igualmente, para la tuya.

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  9. Amigo, te deseo disfrutes enormemente de esta aventura que inicias tras una merecida prejubilación. Siempre has sido generoso , dando lo máximo y ofreciendo lo que tienes, con mucha alegría e ilusión. Te agradezco que compartas tus experiencias con nosotros. Será una bocanada de aire fresco .
    Un abrazo .

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    1. Javi: Gracias a ti, primero por tus palabras inmerecidas, segundo por volverte a encontrar, tercero porque sé el cariño que me profesas y, por último, por querer acompañarme virtualmente en esta maravillosa aventura.

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