El timbre de “mi Emiliano”

Como he comentado en anteriores entradas, esta aventura que con tanta ilusión, hemos comenzado Oliva, mi mujer, y yo, requiere de unos preparativos tanto materiales como físicos, que no sería posible encararla con unas mínimas garantías de éxito, si no se obtienen.

La Bestia, que tanto costó localizarla y tenerla, está lista y 100% operativa, pero requiere un equipamiento mínimo para permitir, saliendo de Saint Jean Pied de Port (Francia) y llegar a Santiago de Compostela, recorrer los 773 kilómetros de su trazado. 

Lo primero que hubo que localizar fueron las patas de cabra (descansos) que no nos pudo montar el eficaz Isaac. Pensaba que era una tarea fácil pero en León, no. Las de vaina, como la que nosotros precisábamos son caras y difíciles de localizar. Solución: Amazon. Por 19,98€, a los 3 días la tenía en casa. 

La pata de cabra de vaina, es muy fácil de montar y solo requieres de una llave allen. Le aflojas los tres tornillos allen que abraza la vaina, colocas la pata de cabra y aprietas a la par los tres tornillos, comprobando de que no moleste al pedaleo. Una vez afianzada, aflojas el tornillo allen que lleva en mitad de la pata para adecuar en altura la longitud de ella, de forma que cuando la despliegues, mantenga en una posición estable la bici.

Como, también comenté en su momento, con la bici vienen: Un timbre (clásica campanilla de metal que con un pulsador elástico de plástico, hace de badajo) y juego de luces: Una luz blanca con capta faros, con una pila de botón y el farol trasero con luz roja, también con una pila de botón. Este juego de luces, aunque el trayecto lo haremos, obviamente, con las claras del día, no por eso su uso no puede ser forzosamente diurno, y quiero ver bien, pero sobre todo, que me vean bien, no lo consideré suficiente y compre un juego de luces aparte, dejando estos de reserva (siempre puede haber una avería o rotura). 

La elección fue rápida y muy económica. Lidl: Juego Led de luces con carga por USB, Faro delantero con batería integrada de iones de litio (1800 mAh), sistema de control de batería a color y LED de la marca Osram. Faro trasero con batería integrada de iones de litio (300 mAh) y LED de alto rendimiento. Autonomía del faro delantero: hasta 9,5 h (en el modo de 15 lux hasta que la luz se apaga por completo). Autonomía del faro trasero: hasta 5,5-6 h (hasta que la luz se apaga por completo). Faro delantero ligero de luz muy clara con batería, función automática e intensidad luminosa conmutable (70/30/15 lux). 14,99€.

El montaje super fácil, lleva una abrazadera elástica de fácil cierre y apertura.

Para el tema del timbre, a Oliva se lo monté sin problema, lleva un tornillo con tuerca y se instala, en menos que se tarda decirlo. Pero… en mi Bestia, llevo un timbre muy especial y al que le tengo un cariño impresionante, pero sobre todo, me une una historia entrañable.

El padre de Oliva, Emiliano (DEP), durante los últimos años de su vida, estuvo, por decisión propia y contra nuestra voluntad, residiendo en una Residencia de ancianos del centro de León. Él, con el paso de los años, fue perdiendo agilidad y seguridad en el andar, por lo que primero, se ayudó de una cacha, para posteriormente, mi cuñado comprarle un andador, que le dió mucha seguridad en su andar y por tanto, mucha movilidad. Era el típico andador, que cuando te cansas, le das la vuelta, le echas el freno y te puedes sentar en él. Cuando nos enteramos de la adquisición y subimos desde Málaga a León, lo primero que hizo, tenía mucha complicidad conmigo, cuando fuimos a visitarlo, fue enseñarme el andador. Estuvimos gastando bromas sobre “el seilla” y lo que iba a ligar con él por las calles de León, y me dijo: Pués no te creas, que tengo que ir dando voces a la gente para que se aparten y me dejen pasar, porque no tienen consideración con los ancianos. Ante esto, yo que le digo: Co…, Emiliano!!!, eso te lo arreglo yo poniéndote un timbre de bici en el agarradero del andador, y así, cuando no puedas pasar, tocas el timbre como si fueras en bici, y te dejan pasar fijo!!!. al pobre mío se le iluminó la mirada. 

- De verdad que serías capaz de montarme un timbre???. 

- Pues claro, hombre, Que no te falte ni gloria!! - le contesté.

Dicho y hecho, me fui a un bazar oriental y le compré un timbre de bici, gris, como el andador, y al día siguiente, mi Emiliano, tenía montado su timbre y a partir de entonces, ya nadie se interpuso en su camino, salvo la muerte que vino a buscarlo a finales de Agosto pasado.

Cuando hubo que retirar sus pertenencias de la Residencia, le encargué a mi cuñado y a mí esposa, que no se olvidaran del timbre del andador. Lo quería yo para lucirlo en mi bici.

Para salvar las posaderas, aunque llevamos culotes ciclistas, era poner sillín de gel, esos los encontré en el gran bazar chino: Aliexpress. Por 3,72€ (gastos incluidos envío) los compré los dos. El montaje es hiper fácil. Lleva un cordón por debajo del asiento y se adapta perfectamente al sillín de la bicicleta, se tensa y se anuda. Listo!! En menos de una semana, los tenía en casa.

Después del baño de barro del otro día, los guardabarros eran, claramente, imprescindibles. Proveedor: Aliexpress. en menos de una semana, estaban en casa. Para los guardabarros, la opción que entendí mejor eran los de plástico. Flexibles, livianos, fáciles de limpiar y que en caso de rotura pudieran ser reparados con no mucha dificultad. 

Por 8,66€ (gastos envio incluido) tuve en menos de una semana, el juego de Oliva y el mío. Para el montaje, llave del 10, yo precise 2, aunque con unos alicates, también los montarías. El delantero, le montas el enganche en el guardabarros y una vez bien sujeto, lo posicionas, encarado en el arco  que hay sobre la rueda delantera y que une los dos amortiguadores en su sección media, que suele tener un agujero para montar el faro, (nosotros los llevamos en el manillar), y lo aprietas con el tornillo y la tuerca que trae.

El trasero, eso es otra historia. Trae una abrazadera para unirla al tubo del sillín, es lo primero que debes fijar. a continuación el enganche que lleva a mitad del guardabarros debería poder colgarse del arco trasero que uno las dos vainas superiores sobre la rueda y que lleva un agujero para montar, por ejemplo la luz trasera, (nosotros la luz trasera la llevamos en la tija del sillín porque queda más a la vista), y en ese agujero fijar el guardabarros con un tornillo. ¿Cuál es el problema? que nuestras bicis al ser de 27’5” y eléctricas, ese arco es más grueso de lo habitual en otras bicis, no se puede colgar el guardabarros, y el agujero del arco, no tiene salida, por lo que no puedes montar el tornillo con la tuerca que se suministra. Solución: Bridas de plástico. Fije con bridas al arco el montaje del guardabarros trasero y afiancé la abrazadera al tubo con dos bridas cruzadas. El portaalforjas, terminará de afianzar el guardabarros trasero, y evitará que nos volvamos a manchar de barro o de agua sucia.

Quedan por recibirse, otros equipamientos, que tal como los reciba y monte, os daré cumplida cuenta.

Obviamente, después del trabajo, viene la recompensa: Paseito con Las Bestias.

El planteamiento era recorrer un tramo del Camino de Santiago, en sentido inverso y volver al punto de partida. Os recuerdo que por el pueblo de mi mujer, Valdelafuente, hay trazado del Camino de Santiago francés.

Comenzamos, como el día del bautismo, en la Plaza de la Iglesia, subimos ligera cuesta, pienso que hoy tengo las piernas flojas, porque me cuesta un poquito subirla, giramos a izquierda para coger la calle Real, ligera pendiente hacia abajo, llegamos al final de la calle, gravilla, y tomamos el camino sin asfaltar que nos lleva en dirección Arcahueja, giro a la derecha. No me encuentro cómodo, habrá que calentar un poco para encontrarme redondo. Seguimos por el Camino hasta las inmediaciones de Arcahueja, cuesta de acceso al pueblo, baches en el camino, algún surco, alguna rodada, pero me cuesta subir, es ligera pero no llevo buen pedaleo, entramos en el pueblo y cuando giramos a la plaza de los peregrinos: ¡¡¡Seré Tonto!!!, tenía la bici apagada (las cosas del Antoñito). Yo encendí la bici en la plaza, comprobé el desarrollo, frenos, etc. y cuando íbamos a comenzar a pedalear, fue a poner el navegador en el móvil para que recabara toda la información del trayecto que íbamos a realizar, pero la aplicación no funcionaba, cuando volvimos, funcionó cuando la volví a comprobar, por lo que perdimos unos cinco minutitos, suficientes para que se apagara la batería. 

Pulsé el encendido y… se hizo la luz!!, automáticamente noté el tirón del motor. Esta vez en lugar de girar a la derecha por calle Las Eras, seguimos de frente. Tal como sales de la Plaza, larga cuesta abajo con bastante pendiente y mucha gravilla, Peligro!! posibilidad de caída, termina la bajada,  que es casi en recta, en el descanso de Arcahueja, después de dejar la última casa del pueblo. Mal camino rural, lleno de piedras que intentan tapar los múltiples baches del camino, mi pensamiento en ese momento para los pobres peregrinos que hacen el Camino a pié. 

Seguimos por el camino, más o menos recto, hasta pasar por debajo de la Autovía A-60 (León - Valladolid), giro a la derecha en dirección a Puente Villarente. El camino es casi recto, leves curvas amplias a derecha y, igualmente, a izquierda. 

Llegamos a un cruce con la carretera LE-5604 (dirección Sanfelismo), el Camino continua de frente, igual trazado al anterior, llano, baches, gravilla y piedras, un discurrir incómodo. Pasados por detrás de la Residencia de ancianos y seguimos en dirección este. Sigue siendo casi recto con leves curvas, pero recto, casi paralelo a la N-601 (León - Madrid) y… fin del Camino. el Camino viene por una vía de servicios paralela a la N-601, lo que nos obligaría a ir a contramano o cruzar la carretera nacional para ir por la vía de servicios correcta. Decidimos volver sobre lo andado y buscar otros caminos, ¡¡será por caminos!!. 

Desandamos hasta un cruce que habíamos dejado a la izquierda. Esta vez giramos a la derecha por ese camino, que realizando una amplia curva a derechas, te lleva a pasar por un vado por debajo de la A-60. Recta larga entre fincas, roto el camino por el paso de la maquinaria agrícola. Llano como la palma de la mano. Llegamos a un cruce con la LE-5604, y giramos a la derecha, Dejando a nuestra izquierda un picadero de caballos, las bicis vuelan sobre un asfalto fino y en perfecto estado, avanzamos hasta encontrar la primera rotonda para los que quieran acceder a la A-60 en dirección León, seguimos por la carretera de unión con la rotonda que enlaza con la CL-624, dirección Boñar. Aquí, atravesamos la rotonda y nos colamos por la carretera Boñar - Paseo, dirección a lo que creíamos era el Rio Porma, pero un canal de regadío nos cortó el camino. Volvimos de vuelta a la rotonda. 

Aquí probé el botón del “Turbo”. Era una bajada muy pronunciada por lo que había que volver a subirla. Dado lo escarpado, pulsé el botón y a punto estuve de irme al suelo, el tirón fué tan grande que no me dió apenas para poner el pie en el pedal. Preferí recortar un poco y subir a pedales la ramita. 

Volvimos sobre nuestros pasos. Ahora probé todo el desarrollo de la bici, Piñón del 14 y plato grande, y pedales para que os quiero. Llegamos al cruce que nos accedió a la LE-5604, y seguimos recto dirección Sanfelismo. Al final de la larga recta, una cuesta en curva amplia a derecha, hace que tenga que poner el plato medio y bajar al Piñón 22. Los pedales duros pero se puede subir sin mucha fatiga. La carretera, ya en las afueras del pueblo de Villacete, donde están las primeras viviendas, gira a izquierda y la pendiente se endurece, meto plato pequeño y mantengo el mismo piñón, la subida se me atraganta porque pierdo pie en el pedaleo y me rompe el ritmo de subida. Ligera pendiente pero asfalto bueno. 

Llegamos a Sanfelismo, y el terreno se normaliza y se allana el camino. Más o menos buen asfalto, salvo los pasos de peatones sobrellevados. Comienza una suave pendiente que nos lleva para la salida del pueblo. Momento para recuperar fuelle y relajar piernas, Plato grande, piñón del 18. Salimos del pueblo con la inercia de la cuesta abajo y buen asfalto, curva a la izquierda y bajada hasta pasar por debajo de la A-60. 

Llegamos al cruce de el Camino, estamos llegando al área de descanso de Arcahueja. Parada en la fuente, donde el agua fresca y cristalina, apacigua la sed del peregrino. 

Una vez refrescados, tenemos que encarar la cuesta de entrada al pueblo. Una pared del 10% en recta pero con gravilla, salida desde parado, ¡¡prueba de fuego!!.  Arranqué desde el modo tortuga y tal como noté la dureza de los pedales y, una vez bajado al plato medio, pero no tocando los piñones, metí la potencia media del motor. Milagro!! las piernas se aflojaron y el pedaleo se hizo suave y fluido. Corono la cuesta, estamos en la Plaza de los Peregrinos. quito motor y paso a Tortuga y plato grande. 

Salimos del pueblo, siguiendo el camino hasta origen. Cuando llegamos al desvío a izquierdas, seguimos recto, por el antiguo trazado del camino, dejando el pueblo a la izquierda. Cuesta enfrente que eleva el camino antes de llegar al desvío de la Iglesia y al área de descanso de Valdelafuente. 

Sin tocar el desarrollo, solo meto el motor a media potencia. Subida sin problema!! a continuación del cruce a izquierdas de la Iglesia, seguimos recto en dirección cementerio de Valdelafuente, donde reposa eternamente mi Emiliano, en una subida encadenada de tres rampas con un pequeño reposo entre rampas. Subo la primera en modo medio, pero quiero probarlo hoy todo, en la segunda y en la tercera y definitiva hasta el Cementerio, el modo liebre. 

La sensación de ir en un vespino. ¡¡Que maravilla!! la diferencia total de ir en modo tortuga, donde se sufren las cuestas duras, al modo intermedio, donde la dureza es moderada en rampas duras, para finalizar en el modo Liebre que te permite solventar sin dureza rampas empinadas. 

Volvimos nuestros pasos hasta la plaza de la Iglesia. Bajadas rápidas, donde antes eran subidas duras.

Total tiempo: 1hora 26minutos

Total recorrido: Ni idea por el fallo del GPS, pero calculamos que sobre 25 kilometros. 

Disfrute: Total!!!!

Próxima entrega: Seguimos conociendo lugares y alargando recorridos. Montaje de nuevos accesorios.